domingo, 3 de septiembre de 2017

Reseña de "Hellblazer" de Garth Ennis

“En mayo de 1991, el guionista irlandés Garth Ennis (Predicador) irrumpe en las páginas de Hellblazer dejando al protagonista, literalmente, sin aliento. John Constantine contrae un cáncer terminal y está dispuesto a todo con tal de salvarse: suplicar, arrastrarse e incluso pactar con el Diablo. Pero, aunque logre sobrevivir a la enfermedad, el destino le tiene reservado nuevos desafíos. Por un lado, vampiros, fantasmas y posesiones infernales. Por otro, la aparición en su vida del mayor de todos los retos: el amor.”
La autodestrucción y el descenso a los infiernos del personaje se recrudecen en esta etapa, pues si en la etapa de Delano destroza las vidas de quienes le rodean, Con Ennis se convierte en alguien capaz de corromper no sólo lo más puro, sino incluso transformar en odio el amor de quienes se atreven a amarlo. ¿Es quizá la etapa más descorazonadora del personaje? Visto así podría parecerlo. Sin embargo, una jugarreta a dos demonios y al mismísimo Satán que lo deja a las puertas del infieno y la pérdida paulatina de sus amigos hará que John Constantine replantee su relación con todos los que le rodean.

Si el John Constantine de Delano era un cínico adicto a la adrenalina, el de Ennis es un amargado atrapado en un mundo que odia, y que siempre tiene un motivo para levantarse e irse a la cama a diario consumido por la ira. En cuanto al contexto, si la etapa de Delano se caracteriza por un marcado mensaje en contra de la etapa Tatcher, y de las promesas que un cambio de gobierno podría traer a Inglaterra, en la etapa Ennis se refleja la repulsa del guionista a todo tipo de autoridad, ya sea el gobierno, “el sistema” o Dios. No obstante, Garth Ennis se dedicó al mundo de los cómics para “escapar del encierro que le suponía la universidad” y alejarse de todo universitario a los que ve como “una panda de capullos”.
Y es que Garth Ennis pertenece a la escuela de guionistas de pensamiento inglés que ve la amenaza del fascismo por todas partes, y que en el cómic podría empezar con Alan Moore y su V de Vendetta.
Otro aspecto político-social marcado en estos números es la situación del conflicto entre Inglaterra e Irlanda durante la década de los 90, el cual es visto a través de los ojos de Katheleen Ryan, personaje femenino que llega a protagonizar un "one shoot", a su regreso a Belfast, su ciudad natal.
En cuanto al aspecto esotérico, las historias de demonios, espíritus y vampiros van ganando terreno a las de crítica social. Su estilo, fantástico y cruel, recuerda mucho el de escritores modernos del género de terror, como Stephen King, Richard Matheson o Ramsey Campbell. Concretamente, la saga La llama de la condenación, recuerda mucho a King, por su terror no definido, mundos ilógicos y humor negro.
Es el toque gamberro lo que caracteriza a Ennis. Al igual que cualquier habitante de cualquier pueblo de Maine en el universo de Stephen King, aquí todo el mundo tiene un pasado oscuro mostrado a veces con un humor malicioso. Y es que su concepción del auténtico terror no viene de ningún demonio o vampiro, viene de la gente, “la cosa más terrorífica del mundo”.
Steve Dillon y Garth Ennis en una de las sagas de Hellblazer
La visión de la sociedad está sesgada a modo del mito del buen salvaje: la clase media y alta  es un rebaño de gente despreciable, donde no se libran ni chavales de 12 años (entre los que hay pedófilos). La clase alta, además de responder al típico estereotipo, se la presenta como miembros de un club de conspiradores al estilo Club Bilderberg cuyos hobbies pondrían los pelos de punta al mismísimo Josef Mengele. Los católicos son asimilados a una Inquisición ferozmente caricaturizada, a la superstición y el oscurantismo. La policía es mostrada como un cuerpo formado por nazis y matones de barrio, cuando no corruptos. En el otro lado de la balanza, se encuentran los desposeídos: mendigos, okupas, personas desprovistas  de todo bien, son vistos bajo el prisma del victimismo.
Y el peor de todos, John Constantine, el mago arrogante que se muestra moralmente por encima de todos estos grupos, carente casi totalmente de principios, lo que le causa estar al borde de la desesperación en ocasiones. Y justo cuando el personaje quiere hacer algo por los demás, es cuando más incomprendido y sólo se ve. Como dice Warren Ellis, “Este cómic trata sobre vidas que terminan convertidas en mierda.”
Al guionista irlandés le acompañan en el dibujo artistas de la talla de Mike Hoffman (La cosa del pantano), Sean Phillips (Fatale), Glyn Dillon (Crisis), David Lloyd (V de Vendetta), Steve Dillon (Predicador), Will Simpson (Batman: Enloquecidos), Peter Snejbjerg (JSA de Geoff Johns) y John Higgins (Watchmen).
La etapa de Garth Ennis está publicada en los tomos IV, V y VI de la colección Hellblazer que edita ECC Comics en su línea Vértigo. Son tomos en tapa dura y recogen los números USA #41-#83, #129-#133 y los números especiales Confessional USA y Winter's Edge núm. 2 USA. En ellos, el mago de Liverpool se enfrentará a demonios, vampiros, matones nazis, mafiosos y el peor enemigo de todos: el cáncer. En esos tomos encontraremos las sagas Hábitos peligrosos, Sangre real, Miedo y asco, La llama de la condenación, Un vividor a las puertas del infierno e Hijo del hombre.

Título: Hellblazer.
Autor: Garth Ennis.
Editorial: ECC Comics.
Páginas: 450 páginas por tomo aproximadamente. Color.

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