“El mal golpea con fuerza el corazón del mundo: el espíritu del hambre
devora Nueva York, el demonio Nergal azota Newcastle, brókeres diabólicos
juegan a la bolsa con el alma de Londres, y la horrorista deja un rastro de
dolor y muerte a su paso por Estados Unidos.
Sólo un hombre parece poseer las habilidades y los conocimientos
necesarios para revertir tan caótica situación. Se llama John Constantine y
domina como nadie las artes de lo oculto. El problema es que, antes de luchar
contra todos esos demonios, tendrá que enfrentarse a los suyos propios.”
Hellblazer es
una serie de la editorial DC dentro del género sobrenatural en la que su
protagonista, John Constantine es un mago capaz de comunicarse con espíritus y
demonios. Jonh Constantine apareció por primera vez en 1985 en la serie La cosa del pantano guionizada por Alan
Moore.
Ante el éxito del personaje, la editora Karen Berger sugirió la idea
de hacer una serie con él. En 1988 tuvo su propia cabecera a cargo del
guionista Jamie Delano, quien sentaría las bases del personaje y su universo, y
del dibujante John Ridgway (El hombre muerto). Posteriormente, la editorial crearía el sello
Vertigo para la publicación de series que se apartaran más del universo DC y
que tuvieran un estilo más adulto debido a su contenido de suspense, horror,
sexo y violencia. Y fue a esta línea donde pasarían las historias de Hellblazer hasta su número 300.
Aunque hablaré de más etapas del personaje, esta primera reseña que
hago sobre él está centrada en los números escritos por Jamie Delano (Batman, Manbat). Si en algo se puede
caracterizar la etapa de Delano en Hellblazer,
es ante todo por su crítica tanto social como política. En cuanto al aspecto
paranormal de la serie, a veces ausente, destaca la plasmación en ella de sus
ideas matriarcales y su creencia en antiguas religiones lunares y cultos a la
Madre Tierra, ya que están reflejadas en casi todos los números.
Que nadie espere ver a un héroe arquetípico; John Constantine es
cobarde, mezquino y manipulador. Un ser autodestructivo que destroza las vidas
de quienes le rodean. Un mago espiritista que haría un pacto con el Diablo mil
veces antes que con Dios. Entonces, ¿qué es lo que le mueve a luchar contra los
demonios? Desde luego, salvar a la humanidad no es su motivo principal, puesto
que para él esta motivación carece de emoción. Precisamente, es esto último lo
que le motiva a pelear contra demonios: necesita sentir la adrenalina que no siente
en una, para él, realidad insulsa y carente de sentido.
Sin embargo, aquí es donde Delano muestra toda su paradoja: John
Constantine, un tipo al que cualquier persona le importa un pimiento, pero está
en contra de la energía nuclear, del racismo, contra el privilegio de unas
élites como es la monarquía y confraterniza con un grupo de
ecologistas/pacifistas. ¿En serio? Comprendo que un autor quiera reflejar sus
ideales en un personaje, pero lo hace de un modo que más parece “porque sí”, “porque
es lo correcto” o porque “es lo que se espera hoy de un guionista de cómics”.
Página de The Horrorist dibujada por David Lloyd |
La historia es descorazonadora, mostrando crueldad a ratos. También
humor negro por parte de su protagonista, aunque debería decir mejor “humor
inglés”, de esa clase que a veces pasa desapercibido, pero que está ahí, de
forma irónica y dando aguijonazos donde más duele.
Hay tal pesimismo en la humanidad que se destila misantropía. Delano
nos presenta un Londres de los años ochenta más siniestro si cabe que el de la
época victoriana. Para el personaje, la vida cotidiana es gris, pues sólo hay que
preocuparse del sustento y de encontrar un lugar de descanso, paradójicamente
cosas que Constantine necesita y de las que anda escaso casi siempre.
Todo este desprecio/pena por la sociedad inglesa, esa oscuridad
reflejadas en los números de la etapa Delano viene por 18 años de gobierno del
partido conservador de Tatcher, por esa impotencia y rabia que sentían aquellos
jóvenes guionistas que no veían cumplidos sus deseos de un cambio de gobierno
en todo ese tiempo. De hecho es algo que se puede ver en la minisaga Sangre mala, la cual está inspirada
totalmente en dos sucesos que ocurrieron en 1997: la muerte de la princesa
Diana y el regreso de los laboristas de la mano de Tony Blair. Algunos pensaban
que estos dos hechos terminarían con más de mil años de monarquía en Inglaterra,
idea que da pie a la ambientación de Sangre
mala, una historia futurista donde vemos a un John Constantine
septuagenario.
De modo que, aquellos que esperen ver una serie al estilo de Doctor Extraño, quizá se sientan algo decepcionados; sin embargo, los que busquen historias que mezclen horror con mucha crítica social, este es un cómic recomendable.
La etapa de Jamie Delano en la serie Hellblazer está publicada por ECC cómics en los tomos I, II y III
de la colección Hellblazer. Novelas gráficas en la línea Vertigo, la cual está encuadernada
en tapa dura. Incluyen la serie limitada The
Horrorist (1995), las sagas La
máquina del miedo, Hombre de familia,
Mala sangre, el relato El gánster, la puta y el mago y como guinda Hellblazer: Pandemonium, una novela
gráfica ambientada en Irak en la que Constantine se enfrenta al demonio Nergal y que reflejaba los miedos e inseguridades provocados por los atentados
del 11-S.
Asimismo, también incluye historias más breves escritas por Grant
Morrison, Dick Foreman y la breve Abrázame,
de Neil Gaiman, capaz de sacar el lado más misericordioso de John Constantine,
así como la miniserie Ideas retorcidas
de Eddie Campbell.
Título: Hellblazer.
Autor: Jamie Delano.
Editorial: ECC.
Páginas: 540 páginas por tomo aproximadamente.
Color.
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