“Hace diez años, lo secuestraron. No sabe quién.
Durante diez años ha estado confinado en una prisión privada. No sabe por qué.
Durante diez años su único contacto con el mundo exterior ha sido a través de
un televisor y la voz de sus carceleros. Entretanto ha perdido la razón. Ha
cambiado. Se ha transformado en alguien diferente. Alguien letal. Un día, de
forma repentina, su cautiverio termina, de nuevo sin ningún tipo de
explicación. Lo han sedado, lo han metido en un camión y lo han abandonado en
un parque. Despierta, libre al fin, dispuesto a reclamar una terrible venganza.”
La primera vez que supe de esta historia fue cuando
proyectaron la película coreana de 2003 en el Fancine de Málaga hace ya varios
años. Recuerdo que no comprendí la película, y por eso no me gustó. Años más
tarde, descubrí que Oldboy era en realidad un manga, obra de Garon Tsuchiya,
fallecido a comienzos de este año, y Nobuaki Minegishi.
Una de las cosas que he aprendido con el tiempo es
que no importa cómo sea la adaptación de un cómic a la pantalla; buena o mala,
fiel o no, siempre hay diferencias, y es muy interesante hacer la lectura.
Porque en este caso, el manga me ha gustado muchísimo más que la película.
Un tipo, aparentemente anodino, es encerrado durante
diez años en un piso secreto. Al cabo de ese tiempo, es puesto en libertad por
su secuestrador. Pero lejos de terminar la historia para esta persona, comienza
un juego tétrico que tendrá como final la muerte de uno de los dos. Para
empeorar las cosas, nuestro protagonista no recuerda ni su nombre, por lo que lo
tendrá difícil para averiguar el motivo por el que su secuestrador le tiene
tanto odio, que es el objetivo de tan macabro juego. La historia nos va metiendo en un misterio que refleja la angustia y el horror del personaje al perder la memoria y no conocer las causas de una enemistad que está a punto de volverlo loco.
Sin embargo, y a pesar de ser una historia que
engancha desde el principio, el ritmo baja a veces debido a ciertos giros en las
conversaciones que enlentecen la historia. La ambientación y los personajes le
dan un aspecto siniestro a la historia. A destacar, el villano de la obra, una
especie de doctor Moriarty moderno tan
obsesivo en su venganza como metódico en su ejecución. Nada de lo que ocurre en esta trama es casual, y todo es parte de un plan muy bien elaborado.
Oldboy es un manga que se disfruta porque su
historia engancha desde el principio. Fue distribuido en nuestro país por el
sello editorial Debolsillo, pero actualmente está descatalogado, por lo que hay
que recurrir al mercado de segunda mano si se quiere leer. Si se encuentra,
merece la pena porque es muy recomendable.
Título: Oldboy.
Autor: GaronTsuchiya, Nobuaki Minegishi.
Editorial: Debolsillo.
Páginas: 8 tomos. 200 páginas por tomo aproximadamente. B/N.
que criterio de mierda.
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