“Con una intriga armada a la perfección, El complot mongol, la obra cumbre de
Rafael Bernal se lleva por primera vez a la novela gráfica. El trazo del
dibujante Ricardo Peláez y el guión de Luís Humberto Crosthwaite se mezclan
para dar vida a esta adaptación gráfica del clásico que inauguró el género de
la novela negra mexicana.”
En 1969 se publicó la novela del escritor e
historiador mexicano Rafael Bernal y García Pimentel “El complot mongol”,
novela negra ambientada en una ciudad mexicana. Con el tiempo, el libro tuvo
adaptaciones tanto al cine como a la novela gráfica.
Sin embrago, la adaptación de la obra de Bernal al
formato cómic gozó de más altibajos que al cinematográfico. En 1981 se publicó
el primero de ellos dentro de la colección “Novelas Mexicanas Ilustradas”, pero
se mutiló gran parte de sus diálogos por considerarse demasiados altisonantes,
ya que el cómic era parte del plan cultural patrocinado por el estado. Su
siguiente adaptación tuvo lugar en el año 2000 por la Editorial Vid, la cual había
planeado publicarla en cuatro tomos a todo color, pero sólo llegó a publicarse
el primero, quedando inconclusa. Habría que esperar a 2017 para que Joaquín
Mortiz y el Fondo de Cultura Económica (México) la publicaran completa.
Adaptada por el guionista Luis Humberto Crosthwaite
e ilustrada por Ricardo Peláez Goycoechea, la acción transcurre en una ciudad
mexicana durante la década de los 60, con la Guerra Fría en todo su auge. Filiberto García realiza trabajos de matón a
sueldo por parte de la policía gubernamental mexicana. Un día recibe el encargo
de investigar un complot para asesinar al presidente de USA en suelo mexicano.
Para llevar a cabo la operación con éxito, se le ordena que colabore con un
agente del FBI y con otro del KGB. Pero durante dicha investigación, su camino
se cruzará con el de Martita, una mestiza del barrio chino mexicano.
La trama de magnicidio con su consiguiente
investigación sirve para mostrar dos aspectos desconocidos de México por parte
de los extranjeros o los que no somos historiadores. Por un lado, su situación
durante la Guerra Fría como país que hace frontera con una de las potencias de
ese enfrentamiento y sus relaciones con la China comunista; por otro, descubrir
cómo encaja la cultura china que habita en comunidades con el resto de la
sociedad mexicana.
El dibujo de Ricardo Peláez Goycoechea, rudo,
recuerda en ciertos momentos al de Frank Miller en Sin City, del que seguramente estará inspirado, aunque el trazo de
Goycoechea es más definido. El color para esta edición lo han cambiado, y ahora
consta de una escala de grises para darle ese aspecto de cine negro que le
queda como anillo al dedo.
El Complot Mongol está publicado de forma conjunta por
Joaquín Mortiz y el Fondo de Cultura Económica con encuadernación en cartoné y
con unas dimensiones similares a las ediciones absolute.
Título: El complot mongol.
Editorial: Fondo de Cultura Económica.
Páginas: 120 páginas. B/N.
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