lunes, 9 de abril de 2018

Reseña de "El gato perdido" de Jason

“Un detective camina por la calle. Llueve. Ve un anuncio de un gato perdido. Un minuto después ve al gato de la foto. Lo recoge y llama al número del anuncio. Le responde una mujer. Se presenta en su casa y le devuelve el gato. Ella le invita a un café y a refugiarse de la lluvia. Empiezan a hablar y descubren que los dos tienen mucho en común. Los dos están divorciados y viven solos. Unos días después él la invita a cenar. Ella acepta. Él llega a la hora acordada. Ella no. Llama a su casa, pero no le responden. Pregunta a los vecinos. No la han visto. Ha desaparecido…”

Jason (Yo maté a Adolf Hitler, La isla de los cien mil muertos) es un autor noruego establecido en Francia amante del género detectivesco y noir que plasma en la mayor parte de su obra, y El gato perdido es una de ellas. Jason intercala viñetas repletas de conversaciones con otras totalmente mudas, en las que la narración pasa a las imágenes, muy del estilo del cine del norte de Europa. Y es que el autor siempre da un toque cinematográfico en sus obras.
Hablar del argumento sin hacer spoiler es complicado, pues utiliza a modo de MacGuffin dos casos que el detective Daniel Delon está resolviendo para distraer de la verdadera historia, de la cual va dando pistas a lo largo de la narración. Pero de lo que sí se puede hablar es del tema en el que se centra la obra, que es la soledad y la idealización de la persona amada.
Al dibujo de animales antropomorfos característicos de Jason se añaden unos rostros casi inexpresivos, así como ausencia de muchedumbres en las viñetas, incluso en los lugares donde cabría esperarlas. Estos aspectos más el uso de una narración fría y escasa en palabras, característica de los autores del norte de Europa, transmiten ese sentimiento de soledad de casi todos los personajes.

Y esa sensación de soledad, más el miedo a los cambios, es lo que hace que el personaje idealice a la persona amada, en este caso, la dueña del gato perdido, una librera con la que conecta desde el primer minuto, pues se podría decir, a raíz de este primer encuentro, que comparten muchas cosas, son tal para cual. A ojos de un observador, harían muy buena pareja.
En pocas viñetas, tras la ilusión del encuentro, la frustración de la pérdida, antes de llegar a convivir y por ende, dar pie a conocer a esa persona. Y como consecuencia, la idealización, que llevará a un final aparentemente gracioso, pero que en el fondo es totalmente desgarrador. La obsesión por la pérdida, uno de los mensajes de esta novela gráfica, es vista a través de dos historias: la del propio protagonista y la de un cliente en uno de los casos que acepta investigar.
El gato perdido es una buena historia de suspense que mezcla géneros de una forma hábil. Quizá, la forma de mostrar la autentica trama al final de la obra sea un tanto brusca. Pero esto no desmerece para nada el resto de la historia.
El gato perdido está publicado por Astiberri en rústica con solapas, como si de una novela negra se tratase.
Aparentemente simple, pero que podría tener varias lecturas, es un cómic muy recomendable.
Título: El gato perdido.
Autor: Jason.
Editorial: Astiberri.
Páginas: 160 páginas. Color.

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