martes, 18 de diciembre de 2018

Reseña de "Pyongyang" de Guy Delisle


“El mejor documental que se ha hecho sobre Corea del Norte es una historieta. El quebequés Guy Delisle cuenta su estancia en la capital coreana con un agudo sentido de la observación y la ironía.
Pyongyang es una visión realista de un país en el que la pesadilla de Orwell se ha convertido en realidad, pero todo ello tratado desde la rigurosidad del periodista, la perplejidad de un occidental y la ironía de un viajero curtido. Guy Delisle, flemático observador de las incoherencias de este régimen totalitario, nos conduce a un extraño universo en el que la realidad oficial desafía la lógica, y dibuja, casi siempre con humor, las múltiples anécdotas que marcaron su estancia en una ciudad deshumanizada por una ideología paranoica.”
En 1948, Kim Il-Sung, con el apoyo de la Unión Soviética, funda la República Popular y Democrática de Corea del Norte, un estado totalitario comunista liderado por un gobierno dinástico. Desde entonces, el país está bajo un orden dedicado al culto personal del líder basado en la injusticia, en la diferencia entre ricos y pobres y en la aceptación de unos criterios que buscan revolucionar a otras sociedades democráticas.

Guy Delise, a través de un guión mordaz y un dibujo sencillo, cuenta su experiencia en la capital de Corea del Norte de un modo tragicómico (¿o se podría decir, “jocoserio”?) cuando tiene que viajar hasta allí para trabajar durante dos meses en unos estudios de dibujos animados franceses. En todo momento compara la vida en el país con la novela “1984” de George Orwell, novela que lleva encima durante su viaje y que, no sólo consigue pasar por la rígida aduana, si no que se atreve, en uno de los momentos humorísticos más brillantes de la novela gráfica, y seguramente de su estancia en Pyongyang, prestar a su guía para que lo lea.

Y aunque el humor es el principal recurso en este cómic para denunciar los disparates de una sociedad en la que sus individuos tienen designadas sus vidas de por vida y desde la cuna por voluntad del Partido (desde qué han de vestir hasta el derecho a vivir), hay momentos realmente aterradores a pesar del estilo cómico del dibujo: me viene a la cabeza la escena de las niñas acordeonistas con una sincronización casi perfecta y a las que se le obliga sonreír de tal forma sufrida que ni siquiera en la ficción el propio Joker lo habría conseguido jamás con sus víctimas.
El cómic es una mezcla de crónica de viaje, historia costumbrista y autobiografía y narrado desde el punto de vista del autor canadiense con bastante ironía. Pero también influirán en su narración las impresiones de otros compañeros de trabajo, voluntarios de ONG’s, empleados de otras empresas extranjeras y el punto de vista de los omnipresentes guía y traductor que no cejarán en la vigilancia del extranjero capitalista en ningún momento. Es además, un cómic con un estilo muy propio. No he leído más obras de Delisle, pero estoy seguro que ese estilo debe caracterizar al resto.

En cuanto al color del dibujo, aunque clasificado como en blanco y negro, habría que puntualizar que consiste más en una escala de grises, como si de una película antigua se tratase.
Pyongyang está publicado en nuestro país por la editorial Astiberri en encuadernación de tapa blanda.
Un cómic totalmente recomendable, ameno, divertido y aterrador. Pero también enriquecedor y políticamente incorrecto sobre un país que tiene sometidos a sus habitantes como si de títeres se trataran.
Título: Pyongyang.
Autor: Guy Delisle.
Editorial: Astiberri.
Páginas: 184 páginas. B/N.

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