“John Constantine cumple condena en un presidio estadounidense. Tras las
rejas del penal, el cínico ocultista convierte la vida de los demás reclusos en
una pesadilla rasgando con su presencia la frágil envoltura que distingue a los
hombres de las bestias. El resultado es un descenso a los infiernos que se
prolonga más allá de los muros de la prisión. Y es que, una vez liberado,
Constantine emprende un viaje por la geografía de Estados Unidos descubriendo
la entraña más negra de sus habitantes. En su camino se cruzan asesinos,
leyendas urbanas, pueblos fantasma y, sobre todo, la cara más oscura de un país
inmenso y contradictorio.”
Decir a estas alturas que los cómics de Hellblazer están llenos de diálogos agudos e hirientes, personajes
extremos, crueldad… no es decir nada nuevo. Entonces, ¿qué ofrece Brian
Azzarello aparte de esto?
Para empezar, los 29 números USA de la serie en la que el guionista
estadounidense (Joker, 100 balas) se
encarga de guionizar Hellblazer no
transcurren en Londres, localización a la que nos tienen acostumbrados
generalmente. John Constantine viaja los Estados Unidos para resolver un caso
que comienza en su juventud.
Aunque consta de números autoconclusos y miniseries, es una única saga
en su etapa total. Cada uno de los números de los que consta este tomo, están
relacionados narrando un thriller que llega a su conclusión en el último episodio de la serie Cenizas y polvo, de modo que los 29
números forman un arco argumental con principio y final, algo diferente al
resto de la serie.
El tomo arranca con la miniserie Entre
rejas. John Constantine es recluido por asesinato en una prisión
estadounidense, en la que, a través de la magia, desatará un caos total entre
presidiarios y guardias. A lo largo de la trama, descubriremos cómo sucede el
crimen por el que el Constantine cumple condena. En estos números aparece el
agente del FBI Turro, el cual continuará en alguno de los números siguientes. En
esta saga, al dibujo, está Richard Corben (Bloodstar,
La casa en el confín de la tierra), artista que en los 80 se especializó en
el cómic fantástico y de terror, y cuyo estilo va como anillo al pelo para la
ambientación sórdida de la miniserie.
Sigue con Buenas intenciones.
Constantine viaja hasta un pueblo de la América profunda para encontrarse con
los hermanos del que presuntamente ha asesinado. Una vez allí, descubrirá una
trama ideada por el mayor de los hermanos para conseguir dinero y de la que, involuntariamente,
el mago de Liverpool formará parte. Así que se tomará su venganza. En esta
miniserie, como en casi toda la etapa de Brian Azzarello, el dibujo corre a
cargo de Marelo Frusin (X-Men Unlimited),
el cual sabe marcar el aspecto siniestro, canalla y sádico del protagonista.
En …Y enterrado, Constantine
se encontrará con el agente Turro para aceptar un encargo que tendrá que ver
con los motivos por los que se le acusa del asesinato. En esta historia de un
solo número el dibujo es de Steve Dillon (Predicador),
quien ya trabajó en Hellblazer con
Garth Ennis.
Tras aceptar el encargo de Turro, Constantine aparecerá atrapado en un
local de carretera debido a una tormenta de nieve, junto a otras personas. Pero
no será sólo el temporal lo que los mantiene encerrados. Durante la estancia en
el establecimiento, los ocupantes escucharán la historia del hombre de hielo,
una leyenda urbana que aterroriza a los habitantes de la zona. El infierno helado es una interesante
historia a modo de thriller de varios números que recuerda bastante a películas
como Identidad.
Richard Corben es el dibujante que abre la etapa de Azzarello. |
A continuación, Ingleses y
perros falderos es un retroceso a 1978, cuando el protagonista de la serie
era el vocalista de “Membrana Mucosa” y comenzaba en los círculos ocultistas. Es
la única historia de toda la saga que tiene lugar en Londres, y en ella se nos
cuenta el origen de los sucesos que tienen lugar en ella. En esta miniserie de
dos números es Guy Davis (Sandman Mystery
Theatre) el encargado del dibujo.
En Highwater, Constantine
viajará a la población de igual nombre para llevar a cabo el encargo del agente
Turro. Visitará a la viuda del asesinado para aclarar las cosas, pero
descubrirá algo demoledor, en una historia sobre odios raciales y religiosos, y
cómo también el victimismo los alimenta, creando un círculo vicioso.
Una capa de pintura roja y Cazando
demonios , dibujadas por Giuseppe Camuncoli (52) son las dos historias siguientes, autoconclusas, pero que nos
irán desvelando el auténtico cerebro detrás de toda la trama, para concluir la
saga con la miniserie Cenizas y polvo,
una historia de investigación al estilo de series como CSI.
Azzarello muestra el lado más cruel de Constantine. Como si, de la
frase de Nietzsche se tratara, de tanto tratar con demonios, el personaje se ha
convertido en otro más. De tanto tratar con lo oscuro, con el mal, John
Constantine se ha convertido al mal. El abismo le ha seducido y se ha arrojado
a él. Es por ello por lo que sólo ve la parte oscura de la humanidad, porque él
se ha trasformado en oscuridad.
En esta etapa es cuando se caracteriza al personaje con una faceta
homosexual que durará hasta la actualidad, incluyendo el reboot The New 52. Si bien en todos los números
anteriores se le mostraba teniendo relaciones con mujeres, es en la miniserie Cenizas y polvo donde se nos muestra que
en el pasado ya tuvo relaciones sexuales con otro chico, característica del
personaje con bastante importancia en esta saga que escribe el autor americano.
Otro detalle que caracteriza al guionista es la importancia que da a
los personajes secundarios. Para los que ya hayan leído las etapas de
guionistas anteriores, esto no les resultará una novedad, pero con Azzarello
estos llegan a cobrar más importancia que el mago ocultista, pues en más de una
ocasión son los que dan movimiento al desarrollo de la historia, quedando el
personaje de Constantine al margen en ciertos momentos.
No obstante, esta etapa es tanto aclamada como desaprobada por los
lectores a partes iguales. Uno de los motivos que aluden los detractores es que
al personaje se le ha sacado de su contexto habitual de una forma sin mucho
sentido para tener la excusa de colocarlo en territorio USA. Sin embargo, opino
que es un nuevo trasfondo que ofrece cierta novedad que no viene mal. Y lo de “sin
mucho sentido”, mejor que cada uno lea estos números y juzgue por sí mismo.
Aparte de esta saga de 29 números, Azzarello guionizó un par de
números más para la cabecera: un cuento navideño de humor narrado en verso
llamada Una Navidad cabrona (es
curiosa la fobia que la mayoría de los guionistas de esta serie sienten por
estas fiesta) y La primera vez, un número especial en el que un pequeño
John Constantine tiene su primer encuentro con el demonio Nergal. Ambas historias
se recogen también en este tomo recopilatorio.
Hellblazer de
Brian Azzarello está recopilado en el número X de la serie Hellblazer que ECC recopila en el sello Vértigo, encuadernado en
cartoné, y que recoge los números Hellblazer #146 a #174 USA, el Hellblazer
#250 USA y Secret Files: Hellblazer USA.
Título: Hellblazer.
Autor: Brian Azzarello.
Editorial: ECC Comics.
Páginas: 696 páginas. Color.
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