“En mayo de 1991, el guionista irlandés Garth Ennis (Predicador) irrumpe en las páginas de Hellblazer dejando al protagonista,
literalmente, sin aliento. John Constantine contrae un cáncer terminal y está
dispuesto a todo con tal de salvarse: suplicar, arrastrarse e incluso pactar
con el Diablo. Pero, aunque logre sobrevivir a la enfermedad, el destino le
tiene reservado nuevos desafíos. Por un lado, vampiros, fantasmas y posesiones
infernales. Por otro, la aparición en su vida del mayor de todos los retos: el
amor.”
La autodestrucción y el descenso a los infiernos del personaje se
recrudecen en esta etapa, pues si en la etapa de Delano destroza las vidas de
quienes le rodean, Con Ennis se convierte en alguien capaz de corromper no sólo
lo más puro, sino incluso transformar en odio el amor de quienes se atreven a
amarlo. ¿Es quizá la etapa más descorazonadora del personaje? Visto así podría
parecerlo. Sin embargo, una jugarreta a dos demonios y al mismísimo Satán que
lo deja a las puertas del infieno y la pérdida paulatina de sus amigos hará que
John Constantine replantee su relación con todos los que le rodean.
Si el John Constantine de Delano era un cínico adicto a la adrenalina,
el de Ennis es un amargado atrapado en un mundo que odia, y que siempre tiene un
motivo para levantarse e irse a la cama a diario consumido por la ira. En
cuanto al contexto, si la etapa de Delano se caracteriza por un marcado mensaje
en contra de la etapa Tatcher, y de las promesas que un cambio de gobierno
podría traer a Inglaterra, en la etapa Ennis se refleja la repulsa del
guionista a todo tipo de autoridad, ya sea el gobierno, “el sistema” o Dios. No
obstante, Garth Ennis se dedicó al mundo de los cómics para “escapar del
encierro que le suponía la universidad” y alejarse de todo universitario a los
que ve como “una panda de capullos”.
Y es que Garth Ennis pertenece a la escuela de guionistas de
pensamiento inglés que ve la amenaza del fascismo por todas partes, y que en el
cómic podría empezar con Alan Moore y su V de Vendetta.
Otro aspecto político-social marcado en estos números es la situación
del conflicto entre Inglaterra e Irlanda durante la década de los 90, el cual
es visto a través de los ojos de Katheleen Ryan, personaje femenino que llega a
protagonizar un "one shoot", a su regreso a Belfast, su ciudad natal.
En cuanto al aspecto esotérico, las historias de demonios, espíritus y vampiros van
ganando terreno a las de crítica social. Su estilo, fantástico y cruel, recuerda
mucho el de escritores modernos del género de terror, como Stephen King,
Richard Matheson o Ramsey Campbell. Concretamente, la saga La llama de la condenación, recuerda mucho a King, por su terror no
definido, mundos ilógicos y humor negro.
Es el toque gamberro lo que caracteriza a Ennis. Al igual que
cualquier habitante de cualquier pueblo de Maine en el universo de Stephen
King, aquí todo el mundo tiene un pasado oscuro mostrado a veces con un humor
malicioso. Y es que su concepción del auténtico terror no viene de ningún
demonio o vampiro, viene de la gente, “la cosa más terrorífica del mundo”.
Steve Dillon y Garth Ennis en una de las sagas de Hellblazer |
La visión de la sociedad está sesgada a modo del mito del buen
salvaje: la clase media y alta es un
rebaño de gente despreciable, donde no se libran ni chavales de 12 años (entre
los que hay pedófilos). La clase alta, además de responder al típico
estereotipo, se la presenta como miembros de un club de conspiradores al estilo
Club Bilderberg cuyos hobbies pondrían los pelos de punta al mismísimo Josef
Mengele. Los católicos son asimilados a una Inquisición ferozmente
caricaturizada, a la superstición y el oscurantismo. La policía es mostrada
como un cuerpo formado por nazis y matones de barrio, cuando no corruptos. En
el otro lado de la balanza, se encuentran los desposeídos: mendigos, okupas,
personas desprovistas de todo bien, son
vistos bajo el prisma del victimismo.
Y el peor de todos, John Constantine, el mago arrogante que se muestra
moralmente por encima de todos estos grupos, carente casi totalmente de
principios, lo que le causa estar al borde de la desesperación en ocasiones. Y
justo cuando el personaje quiere hacer algo por los demás, es cuando más
incomprendido y sólo se ve. Como dice Warren Ellis, “Este cómic trata sobre
vidas que terminan convertidas en mierda.”
Al guionista irlandés le acompañan en el dibujo artistas de la talla
de Mike Hoffman (La cosa del pantano),
Sean Phillips (Fatale), Glyn Dillon (Crisis), David Lloyd (V de Vendetta), Steve Dillon (Predicador), Will Simpson (Batman: Enloquecidos), Peter Snejbjerg (JSA de Geoff Johns) y John Higgins (Watchmen).
La etapa de Garth Ennis está publicada en los tomos
IV, V y VI de la colección Hellblazer
que edita ECC Comics en su línea Vértigo. Son tomos en tapa dura y recogen los
números USA #41-#83, #129-#133 y los números especiales Confessional USA y Winter's
Edge núm. 2 USA. En ellos, el mago de Liverpool se enfrentará a demonios,
vampiros, matones nazis, mafiosos y el peor enemigo de todos: el cáncer. En
esos tomos encontraremos las sagas Hábitos
peligrosos, Sangre real, Miedo y asco, La llama de la condenación, Un
vividor a las puertas del infierno e Hijo
del hombre.
Título: Hellblazer.
Autor:
Garth Ennis.
Editorial:
ECC Comics.
Páginas: 450 páginas por tomo aproximadamente.
Color.
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