miércoles, 21 de septiembre de 2016

Reseña de "El invierno del dibujante" de Paco Roca

“En la España de 1957 ser historietista era un oficio. No eran artistas, eran obreros de la viñeta. Cobraban a tanto por página –o por viñeta-, trabajaban a destajo, siguiendo unos patrones establecidos e inamovibles. Renunciaban a sus originales y a sus derechos de autor a cambio del parné. Y en ese 1957 ocurrió algo que quebró la monotonía y sembró la esperanza. Cinco extraordinarios historietistas, famosos por sus personajes, osaron rebelarse.
El invierno del dibujante es una de las poquísimas aproximaciones a esta historia, a la de los historietistas y sus vivencias. Paco Roca la ha hecho con cariño y respeto, pero también con verismo y coherencia con lo que explica. No todo es bonito, pero la verdad es a veces dolorosa.”
El invierno del dibujante cuenta la emancipación de cinco autores españoles con respecto a la editorial Bruguera para formar su propia revista: Tío Vivo. Estos eran José Escobar (Carpanta, Zipi y Zape), Guillermo Cifré (El repórter Tribulete, Cucufato Pi), José Peñarroya (Don Pío, Gordito Relleno), Carlos Conti (Carioco, Apolino Tarúguez) y Eugenio Giner (El inspector Dan).

Esta novela gráfica, aunque ambientada en la España de los años 50, bien podría ser la historia de algo ocurrido en la actualidad y en plena democracia: la lucha de David contra Goliat, pero con otro final y trasladada al ambiente de las empresas. Cómo el pez grande termina por devorar al pequeño.
Sin embargo, Paco Roca no simplifica la historia, es decir, no la reduce a eso: los malos (la empresa grande) contra los buenos (artistas que quieren empezar su propia empresa). Todo lo contrario. A pesar de lo que pueda parecer, es una historia bastante compleja, y esto es así porque lo que narra en esta novela gráfica es una historia real, en el mundo real.  Y debido a esto, las posibles razones del fracaso de Tío Vivo quedan un poco a interpretación del lector, las cuales no menciono para no desvelar parte de la obra.
La complejidad de los personajes demuestra que Paco Roca ha hecho una gran labor documental para crear El invierno del dibujante. Sin ser muy cargante, en pocas líneas queda claro el pasado y el presente de cada uno, y los diferentes intereses de ellos en la trama, lo que hace que trasciendan del papel y se les dote de humanidad.
Pero no todo es drama en El invierno del dibujante, y las anécdotas, la mayoría de ellas a cargo de Manuel Vázquez (Anacleto, agente secreto, Las hermanas Gilda), son como un bálsamo que la hace más adictiva.
Los dibujos de Paco Roca son muy buenos, fidedignos a los personajes reales, llenos de detalles, reflejando a la perfección el ambiente de la época. Todo es auténtico: anuncios, bares, hasta las diferentes revistas en los quioscos… da la sensación de estar paseando por la Barcelona de los años 50.
Como lector de cómics que se inició en la niñez con los personajes de Bruguera, esta novela gráfica tenía que leerla, y me ha dejado con cierta sensación de añoranza por un tiempo que me parecía mágico y unas historietas que me chiflaban.
El invierno del dibujante está editado por Astiberri Ediciones, con una encuadernación en cartoné, e incluye un artículo del propio Paco Roca y otro del guionista Antonio Guiral, así como una breve biografía de cada uno de los personajes que tienen protagonismo en la historia. Pero lo más original, para mi gusto, es cómo el papel es de un color distinto para cada una de las estaciones del año: gris para el invierno o sepia para el verano, por ejemplo, que influye en la luz de los colores dando bastante realismo a la atmósfera.
En fin, una novela gráfica muy buena, con momentos agridulces, bastantes recuerdos y hecha con mucho cariño.
Autor: Paco Roca
Páginas: 128 páginas. Color.

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