“Al escritor Jack Kurtzberg le ha sonreído la suerte
con Walpurgis Passion, una novela para adolescentes que se ha convertido en
todo un best-seller. Bloqueado y con la reciente muerte de su hermano
atormentándole, decide volver a su ciudad natal: Westwood, un lugar dominado en
la sombra por un aquelarre de hermosas, terribles y vengativas brujas. Jack
averiguará que la brujería existe más allá de sus novelas... a riesgo de su
vida.
Las Brujas de Westwood es una historia de terror que
moderniza el mito de las brujas, convirtiéndolas en sensuales y perfectas amas
de casa de los suburbios… que ocultan sus horrendas prácticas mientras dominan
la ciudad de Westwood. Después de El Velo, El bosque de los
suicidas y Tambores, El Torres vuelve para
asustarnos.”
La verdad es que es un cómic que algunos cineastas
deberían leer, pues es una historia mejor construida que muchas películas de
terror que podamos encontrar en los cines. Además, la estructura de la
narración recuerda a la de una película. De hecho, cada número parece el
episodio de una serie. Lo curioso es que no añade nada nuevo al género, pero el
guionista malagueño se las ingenia para dar una vuelta de tuerca al clásico
cuento de brujas. Como buena historia de terror, hay algo más que un grupo de
brujas malvadas, para dar un giro en el final.
Por otra parte, el guionista da señas de documentarse bien en los ritos de brujería. Y si no es así, al menos lo hace bastante verosimil.
El Torres aprovecha para satirizar sobre ciertos
best-sellers. Jack, el protagonista, es un escritor que ha alcanzado la fama
escribiendo una novela orientada a las quinceañeras al estilo de la serie “Crepúsculo”
pero sustituyendo vampiros luminiscentes por brujas. Durante el último capítulo,
ver la causa de tanto éxito, revela la crítica del autor hacia la fama de las
obras por el estilo en el mundo real.
Aunque desde el principio El Torres tenía pensado
publicar Las brujas de Westwood en
España, esta apareció primero en USA de forma seriada en la editorial Amigo
Comics. Allí, el cómic contó con tres dibujantes distintos: Abel García Hernández,
Roger Bonet y Ángel Hernández. Sin embargo, el autor tenía claro que cuando la
publicara aquí, sería en un solo tomo. El problema era que con tres
ilustradores, podría perder coherencia. Así que para la edición española decidió
contar sólo con los lápices de Abel García Hernández y Ángel Hernández, encargándose
este último de la reedición del capítulo que dibujó Bonet.
El dibujo de estos tres artistas (he podido ver el
trabajo del catalán Roger Bonet) son bastante buenos, y dan la ambientación
perfecta a la obra. En cuanto al color de Esther Sanz, un dato curioso: hay
ciertas partes de la historia que contienen más colorido, mientras que otras
sólo cuenta con unos pocos. Al leer el desenlace, y volver a leer el cómic de
nuevo, se intuye cierta intencionalidad de relación color/historia, y que no
revelaré aquí para no destrozar el final.
Las brujas de Westwood está editada en nuestro país por la
editorial Dibbuks. Una buena historia sangrienta de terror digna de ser llevada al cine o
a la televisión, y muy recomendable para aquellos amantes del género.
Título: Las brujas de Westwood.
Autor: El Torres,
Abel García Hernández, Ángel Hernández.
Editorial: Dibbuks.
Páginas: 112 páginas. Color.
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