“Familia
Implica amor, rencor, amistad, rencillas, confianza
o traición. Sea cual sea el sentimiento que aflore en toda familia, nadie puede
hablar mal de la tuya. Y una cosa queda clara: la lucha por formar una familia
no se puede comparar a nada que se haya visto antes, por muchos obstáculos que
se pongan en el camino. Aunque uno de esos obstáculos sea una guerra galáctica
sin fin en uno de los mundos más ricos que la ciencia ficción ha provisto.
En Saga seguimos la historia
de Alana y Marko, una pareja que encuentra el amor
entre el caos de la guerra y forma una familia con el nacimiento de su hija. Su
objetivo: dejar todo atrás, arriesgando todo lo que tienen en su vida para
traer una nueva a este peligroso y antiguo universo. Así empieza una de las odiseas
más memorables del noveno arte.”
Saga es el producto de dos momentos concretos en
la vida de su creador, el guionista Brian K. Vaughan (Y, el último hombre, Runaways): una historia fantástica
que empezó a gestar en su niñez y el nacimiento de su segunda hija varios años
después. Según el autor, este segundo acontecimiento fue el detonante en la
decisión de llevarla por fin a cabo, de manera que la base de la historia se
basa en su propia familia, la historia de Romeo y Julieta, al menos en su
arranque, con una mezcla de mitología, fantasía, cultura pop y ciencia-ficción.
Alana y Marko son individuos de dos razas
alienígenas diferentes enfrentadas en una guerra que ya nadie recuerda ni
cuando comenzó, pero que se ha extendido por toda la galaxia, arrastrando a
otros planetas a un conflicto en el que no hay neutralidad. Pero ellos se
enamoran y acaban desertando para poder casarse y estar juntos. Cuando las
autoridades de ambos planetas se enteran de que han llegado a concebir un bebé
comienzan una persecución de la familia para hacerla desaparecer, ya que el
echo podría dar pie a futuras relaciones entre ambas especies y deserciones,
pudiendo poner fin la animosidad entre ambos bandos y quizá los intereses
frutos del eterno conflicto. Sin embargo, a lo largo de los números, iremos
descubriendo que ese romance que surge entre los protagonistas es fruto del
plan de un escritor, oculto en una simple novela rosa. Y esta comienza a pasar
de mano en mano.
Estoy más de acuerdo con el concepto que daba J.R.R.
Tolkien sobre la fantasía que el que dio el teórico literario Tzvetan Todorov:
fantasía es todo cuento en el que la magia es real, existe, independientemente
de que algunos personajes que desfilan por la obra la comprendan y no la vean
como tal. Así, en “El Señor de los Anillos”, los hobbits ven como magia ciertas
habilidades de los Elfos, mientras que para estos son cosas totalmente
cotidianas. Igualmente, para la “gente grande” se consideraba magia la
habilidad de los hobbits de no ser vistos ni oídos cuando se lo proponían. Lo
mismo ocurre en Saga.
La raza habitante de la luna Guirnalda controla lo
que para otras razas alienígenas es claramente magia, pero para ellos es una
combinación de conocimientos, fórmulas y algún que otro ingrediente. Pero esta
magia es real. Está presente en el universo de la historia y tiene efectos. Por
ejemplo, la nave-árbol que al comienzo de la serie sirve a Alana, Marko y Hazel
como vehículo y casa, pero que es un ente viviente más. Y unida a esta ambientación de cuentos de
hadas también nos encontraremos con naves espaciales, alta tecnología e incluso
un reino robot.
Marko y Alana, los "Romeo y Julieta" de esta serie |
La historia, que arranca en un in media res, el momento
de alumbramiento de Hazel, está narrada en primera persona por este personaje.
Ella es la cronista de la historia de su familia, por lo que el título de la
serie hace referencia a la saga familiar. Y esto, unido al comentario del
propio Vaughan que dijo que quería que esta serie fuera más larga que Y, el último hombre y Ex Machina juntas, hace pensar que aún
quedará mucha historia por contar.
Hace tiempo que el cómic norteamericano dejó de
gustarme, y es por una razón: independientemente de la editorial o de la
originalidad, desde cierta época en adelante casi todos comparten iguales “clichés”.
A veces, la sensación que me da es la de ver una mezcla de videojuego con peli
de acción. Aunque en el caso de Saga
este aspecto no es tan flagrante como en otras series, todo hay que decirlo.
La serie está también inspirada en la obra de Edgard
Morgan Foster “Aspectos de la novela”. Vaughan nos quiere presentar a unos
personajes “tridimensionales y orgánicos” en vez de “bidimensionales y
estereotipados”, es decir, no quiere unos personajes planos. Pero pienso que
ahí está la cuestión del cómic useño en general: la obsesión de sus autores y
también de los editores porque sus personajes no consigan conmovernos o
maravillarnos. Pienso que si la historia es buena, y en esta los personajes
encajan bien, puede dar pie a que, no sólo guste la obra, sino que sus
personajes también.
Otro aspecto del que peca el cómic americano en
general, y Saga no es una excepción, es que sus autores no desperdician ocasión
de lanzar mensajes a sus lectores sobre temas que a aquellos les preocupan. ¿Es
esto bueno o malo? Opino que todo autor tiene el derecho a plasmar en su obra
sus ideas, creencias, inquietudes, etc. Por poner un ejemplo, Vaughan plasma de
una forma muy inteligente sus ideas sobre el multiculturalismo al mostrarnos
una pareja de alienígenas, perteneciente cada uno a una raza enfrentada a la
otra, que deciden obviar todo prejuicio y unirse para formar una familia. Sin embargo,
el recordar en cada tomo al lector, por medio de sus personajes, tal o cual
problema reflejo del mundo actual, como si sus lectores tuvieran que decidir
por tomar uno u otra opción es, dar un paso más, y para mí, convertir el cómic
americano en casi un panfleto.
Decir que Saga
es obra única y exclusiva de Vaughan sería injusto, pues en su concepción
participa la dibujante Fiona Staples. Y es que, el propio Vaughan, al ver los
primeros dibujos que le encargó en una especie de bestiario del universo donde
se desarrolla la historia, quedó tan impresionado por ellos, que le dio total
libertad a la hora de diseñar personajes, edificios, naves y todo lo que
ambienta dicho universo. Staples, que no sólo se encarga del dibujo, si no
también de la rotulación y el color mediante los programas de ordenador Manga Studio y Photoshop respectivamente, usa una técnica curiosa: sólo rotula a los
personajes y algunos objetos, mientras que los paisajes de fondo se crean en el
momento de dar el color, dando una sensación etérea de cuento de hadas.
El mundo onírico obra de Fiona Staples |
Pero aquí no acaba el trabajo de la dibujante en
esta obra. Se usa su propia letra en la vida real para los textos de la
narración en primera persona de Hazel. Así que, sobre el trabajo de esta
artista canadiense puedo decir que, sólo por el dibujo, esta serie ya merece la
pena.
Saga está publicada en nuestro país por la
editorial Planeta Cómic. En vez de estar publicada en formato de grapa mensual,
se trata de tomos en cartoné que recopilan 6 números USA, por lo que aquí salen
con más espacio de tiempo entre un número y otro. Actualmente va por el número 8,
pero como ya he mencionado, es de esperar que aún queden muchos más por
publicar.
Una serie recomendada para aquellos lectores a los
que les guste la Space-Opera y quieran algo diferente a Star Wars.
Título: Saga.
Autor: Brian K.Vaughan, Fiona Staples.
Editorial: Planeta Cómic.
Páginas: 152 páginas por tomo. Color.
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