domingo, 12 de mayo de 2019

Reseña de "El complot mongol" de Luis Humberto Crosthwaite y Ricardo Peláez Goycoechea

“Con una intriga armada a la perfección, El complot mongol, la obra cumbre de Rafael Bernal se lleva por primera vez a la novela gráfica. El trazo del dibujante Ricardo Peláez y el guión de Luís Humberto Crosthwaite se mezclan para dar vida a esta adaptación gráfica del clásico que inauguró el género de la novela negra mexicana.”
En 1969 se publicó la novela del escritor e historiador mexicano Rafael Bernal y García Pimentel “El complot mongol”, novela negra ambientada en una ciudad mexicana. Con el tiempo, el libro tuvo adaptaciones tanto al cine como a la novela gráfica.

Sin embrago, la adaptación de la obra de Bernal al formato cómic gozó de más altibajos que al cinematográfico. En 1981 se publicó el primero de ellos dentro de la colección “Novelas Mexicanas Ilustradas”, pero se mutiló gran parte de sus diálogos por considerarse demasiados altisonantes, ya que el cómic era parte del plan cultural patrocinado por el estado. Su siguiente adaptación tuvo lugar en el año 2000 por la Editorial Vid, la cual había planeado publicarla en cuatro tomos a todo color, pero sólo llegó a publicarse el primero, quedando inconclusa. Habría que esperar a 2017 para que Joaquín Mortiz y el Fondo de Cultura Económica (México) la publicaran completa.
Adaptada por el guionista Luis Humberto Crosthwaite e ilustrada por Ricardo Peláez Goycoechea, la acción transcurre en una ciudad mexicana durante la década de los 60, con la Guerra Fría en todo su auge.  Filiberto García realiza trabajos de matón a sueldo por parte de la policía gubernamental mexicana. Un día recibe el encargo de investigar un complot para asesinar al presidente de USA en suelo mexicano. Para llevar a cabo la operación con éxito, se le ordena que colabore con un agente del FBI y con otro del KGB. Pero durante dicha investigación, su camino se cruzará con el de Martita, una mestiza del barrio chino mexicano.

La trama de magnicidio con su consiguiente investigación sirve para mostrar dos aspectos desconocidos de México por parte de los extranjeros o los que no somos historiadores. Por un lado, su situación durante la Guerra Fría como país que hace frontera con una de las potencias de ese enfrentamiento y sus relaciones con la China comunista; por otro, descubrir cómo encaja la cultura china que habita en comunidades con el resto de la sociedad mexicana.
El dibujo de Ricardo Peláez Goycoechea, rudo, recuerda en ciertos momentos al de Frank Miller en Sin City, del que seguramente estará inspirado, aunque el trazo de Goycoechea es más definido. El color para esta edición lo han cambiado, y ahora consta de una escala de grises para darle ese aspecto de cine negro que le queda como anillo al dedo.
El Complot Mongol está publicado de forma conjunta por Joaquín Mortiz y el Fondo de Cultura Económica con encuadernación en cartoné y con unas dimensiones similares a las ediciones absolute.
Páginas: 120 páginas. B/N.

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